Con el Domingo Mundial de las Misiones celebrado en todas las iglesias católicas de todo el mundo, y la temporada de otoño en los horizontes, me tomé un tiempo para visitar Italia este año como parte de mis vacaciones. Mi amigo de Brescia me invitó a quedarme con su familia durante mi estancia en Italia. Estaba muy feliz de que me recibieran en su casa y me trataran como a un miembro de su propia familia. Su cálida hospitalidad fue de hecho moldeada con un corazón para amar, una historia que contar y un hogar para compartir que resalta grupos de grandeza centrados en la amistad y la buena relación interpersonal.

Llegué a Brescia en la cúspide de la emoción de ponerme en contacto con la familia y los amigos, junto con mi plan de visitar Venecia, Piacenza, Milán y Bassano del Grappa. El intento de este año de explorar Veneto salió como una ventana a un tiempo relativo profundamente elevado de reconexión con amigos y cohermanos. Me recordó una antigua máxima, citada por el Papa Juan XXIII y el Concilio Vaticano II, para guiar a un nuevo pontífice: “Unidad en lo esencial, libertad en asuntos dudosos y en todo caridad”. Vi algunos matices de conexiones en diálogo con mi agenda diaria con ellos.

Fue satisfactorio y, literalmente, estaba lleno de buenos recuerdos para mantener cerca de mi corazón. Sentí cómo el mundo estaba vinculado en mi círculo de gratitud como un poderoso puente entre la familia y la amistad. Al igual que aprender a cuidar de los demás y mantener los lazos personales con fe y sinceridad, mi experiencia con ellos fue realmente compartida con la presencia de Cristo en nuestros corazones. Ese fue uno de mis momentos favoritos  al vivir con ellos en este momento. Como dice el Libro del Proverbio, “los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” (15: 3).

Brescia

Mi amigo Dave y yo fuimos en coche a la ciudad de Brescia y visitamos algunos lugares importantes como la Piazza della Loggia, el Viejo (Duomo Vecchio) y la Catedral Nueva (Duomo Nuovo). También visitamos los restos del Capitolio Romano, que es la iglesia románico-gótica de San Francisco, con una fachada y claustros góticos, la residencia del arzobispo, la Biblioteca Queriniana (que contiene manuscritos antiguos raros, incluido un manuscrito del siglo XIV de Dante, y algunos raros incunables), el Broletto (anteriormente el Salón de la Provincia, que es un enorme edificio de los siglos XII y XIII con una torre elevada), y la Piazza del Foro, que es el conjunto de restos romanos más importante de Lombardía. Estos incluyen el Templo Capitolino, construido por Vespasiano en el 73 d.C.

Según la historia, hubo diferentes versiones mitológicas de la fundación de Brescia. Dice que uno fue atribuido a Hércules y el otro a Altilia (“el otro Ilium”) por un fugitivo del sitio de Troya. Otra versión fue el rey de los Ligures Cidnus que invadió la llanura de Padan a finales de la Edad del Bronce. Sin embargo, muchos estudiosos atribuyeron su fundación a los etruscos.

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